lunes, 4 de mayo de 2009

Noche de Mardi Gras - C´est fini


El 4 de Septiembre de 2008 me hice un estúpido esguince en el pie cuando corría desde la cocina hasta mi habitación para garabatear la imagen que acababa de surgir en mi mente. Así que podría decirse que Noche de Mardi Gras me marcó no sólo a nivel emocional sino también físico desde el principio, porque esa imagen era la de una chica con el pelo castaño y una camiseta morada que bailaba en un balcón de Bourbon Street mientras un hombre guapísimo, rubio y vestido de cuero, la observaba desde la calzada.


Ocho meses después de aquel incidente, esa chica, Carlota, y ese hombre, David, vuelan libres al fin. Han abandonado mi cabeza y las yemas de mis dedos y tienen su propio final feliz que disfrutar por el resto de la eternidad o, al menos, mientras alguien los siga leyendo.


Y yo me quedo tan vacía una vez más… Nunca sabrán lo mucho que me costó dejarlos marchar, al igual que no sabrán tampoco lo que me costó darles vida. Porque hay proyectos que tú pones en marcha y otros, como éste, que te mueven a ti.

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