martes, 7 de abril de 2009

De hachas y hachazos


Sí, soy un hacha. Ayer lo pude comprobar, escribiendo el segundo cambio de rumbo y probablemente las escenas más complicadas de toda la novela con un catarrazo de impresión, en medio del salón de mi casa y con tres niños y seis adultos chillando, correteando y revoloteando a mi alrededor.
Y soy tan hacha, que hasta estoy orgullosa del resultado.
Sólo me resta esperar el próximo hachazo...

2 comentarios:

Victoria Rodríguez dijo...

Sé exactamente a qué te refieres. Así escribo yo el 80% de mis escenas (bueno, sin el catarro). Es un poco caótico, pero a lo mejor por eso nos esforzamos más y nos salen cosas que merecen la pena. Es lo que hay... Yo no tengo tiempo para escribir, así que escribo dónde y cuándo puedo.
Por cierto, guapa, mejórate de ese resfriado. Yo lo pasé hace poco y ¡hasta que he levantado cabeza!

Un besito

Bego dijo...

Ejem, ejem, que eres un hacha no lo he dudado nunca ni un poco. Pero que sepas que al menos yo ni correteaba ni gritaba ni mucho menos revoloteaba (más quisiera yo) tanto. Y que sepas también que el resfriado ahora lo tengo yo...